LA ASAMBLEA DE ECOPETROL, EL CAMBIO EN LA MÁS IMPORTANTE EMPRESA COLOMBIANA
Experiencia vivida en la Asamblea General de Accionistas de Ecopetrol

Tuve el privilegio de vivir una maravillosa experiencia el pasado viernes 22 de marzo al participar activamente en la Asamblea General Ordinaria de Accionistas de Ecopetrol SA, la más grande e importante empresa en nuestro país.
La asamblea fue precedida por una profusa campaña de desprestigio promovida por un exparlamentario que aborrece al gobierno nacional. Se dedicó a hacer irresponsables y falsas afirmaciones en contra la actual administración de la compañía y especialmente contra su presidente, el doctor Ricardo Roa Barragán.
La pretensión era tan huera como infundada. Se pretendía cuestionar a la nueva Junta Directiva por, supuestamente, no cumplir los requisitos reglamentarios, y la renuncia del presidente de Ecopetrol, con base en un perverso informe de una cuestionada multinacional, conocida en Colombia, según se ha dicho, por haber mercadeado con secuestros. El gran pecado que se le endilga al Dr. Roa es el haber sido el gerente de la campaña electoral del hoy Presidente de la República, y por la compra de un inmueble en la ciudad capital.
La oposición montó un circo con rechiflas y aplausos, pero con un inmenso desconocimiento del ámbito corporativo, y sus voceros se creían en un mitIn callejero. Muy pronto se desintegró ese tinglado artificial y entonces sí fue posible la reflexión y la argumentación técnica como correspondía en este evento.
Tuvimos la oportunidad de intervenir libremente en varias oportunidades. Reconocimos los óptimos resultados obtenido en el periodo, reflejado en las cifras. Una utilidad neta de COP 19.1 billones, un Ebitda de COP 60.1 billones, un margen Ebitda de 42.4% y unas transferencias a la nación de COP 58.3 billones, la cifra más alta en toda la historia de nuestro país. A esto se suma la mejora en la liquidez, gracias al cierre de la brecha del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC) al 2022 que llegó a estar en los COP 37 billones, como consecuencia de la forma alegre como el gobierno anterior prefirió hacerse el desentendido con el tema. Todo ello, adicionado con una muy responsable reserva de 12 billones de pesos.
Igualmente llamamos la atención sobre la necesidad de apurar la marcha y mejorar los niveles de producción y venta de crudo, proponiendo una meta de un millón de barriles diarios (kbped). Sin duda el sentido misional de Ecopetrol SA es el de generar valor y utilidades para todos sus accionistas, y a este propósito deben dirigirse los esfuerzos fundamentales de la nueva Junta Directiva.
Las dos grandes amenazas para la empresa la constituyen, la volatilidad del precio internacional del crudo, que no se controla, y la corrupción que representa billonarias pérdidas. Tuvimos la oportunidad de radicar formalmente una propuesta que será evaluada por la administración para promover una acción penal en la Fiscalía General para que se investigue lo sucedido con la reciente liquidación de dos empresas, propiedad de Ecopetrol SA: Bioenergy SAS y Bionergy Zona Franca SAS.
Buscando participar en el mercado de etanol, se invirtieron 760 millones de dólares, en este proyecto que, originalmente, luego de serios estudios técnicos de banca de inversión, debería costar 140 millones de dólares. Al final de la historia, las dos empresas fueron liquidadas judicialmente por solicitud de su dueño, y de esta forma Ecopetrol SA, perdió toda su inversión: tres billones de pesos. El reto es que los miembros de la Junta Directiva y los ejecutivos que participaron, como determinadores de los presuntos delitos de administración desleal y fraude procesal, entre otros, respondan penal y patrimonialmente por sus decisiones. Para mayores detalles anexamos copia escrita de la propuesta.
Esta defraudación, hace parte del portafolio de tipos penales que regularmente se han venido dando en la empresa, generando pérdidas de mucho dinero, como en los recordados casos de Reficar, por valor de USD 2.400 millones y Savia-Perú por 2,5 billones y la perversa alianza con paramilitares y guerrilleros y el continuo robo de crudo.
Lo paradójico es que quienes han guardado silencio sobre tales defraudaciones, ahora son los primeros protagonistas de la campaña para evitar que se hagan realidad los cambios en Ecopetrol. La promoción de la mala prensa contra la compañía, probablemente tendrá un efecto inmediato sobre el valor de las acciones. Pero será transitorio en la medida en que comiencen a verse los positivos resultados en los que creo firmemente.
La nueva Junta Directiva, cumple en su totalidad con los requisitos establecidos en la ley y en los estatutos sociales. Probablemente algunos candidatos no se ajustaban a los arbitrarios parámetros creados artificialmente, en especial con cierto sentido clasista de quienes se creen nacidos con un privilegiado don para dirigir empresas, y perversamente están convencidos que solo ellos pueden hacerlo. La oposición, con un sentido doloso y una pizca de ingenuidad, ha venido vendiendo la idea de que la norma legal establecida en el artículo 16 de la ley 1118 de 2006, por la cual se modifica la naturaleza jurídica de Ecopetrol S. A., constituye una renuncia a la capacidad de decisión del socio mayoritario, y entonces han pretendido que los socios minoritarios tengan una especie de veto en el proceso de toma de decisiones. Naturalmente que no se atendió semejante pretensión delirante. Pero en este tema del proceso de toma de decisiones, arropados en el denominado “gobierno corporativo”, se han empoderado los intereses de los propietarios de los Fondos de Pensiones, quien de cierta manera han copado la potestad decisoria en Ecopetrol SA, con base en un acuerdo de accionistas que debemos evaluar a profundidad en una próxima oportunidad.
Igualmente pude expresar mi concepto profesional sobre la legalidad de la plancha integrada con los candidatos a la nueva Junta Directiva sometida a votación. No descarto que se presenten algunas demandas, pero -para resumir- es muy claro que en el ámbito del derecho privado y en el Código de Comercio, no existen limitaciones a la voluntad privada de los accionistas mayoritarios, distinta a la ley. Naturalmente que se deben respetar los derechos de los accionistas minoritarios, como en efecto se hizo, pero sin sublimar tales derechos, hasta el punto de impedir que el socio mayoritario adopte decisiones.
Los invito a escuchar mis intervenciones en la asamblea de accionistas de Ecopetrol SA.