La madre de todas las batallas electorales. democracia o restauración conservadora
Se avecina la madre de todas las batallas electorales en Colombia: una Consulta Popular que enfrenta de forma directa al pueblo con las fuerzas del pasado. En este poderoso ensayo, Óscar González Arana expone la lucha entre un Gobierno Progresista y los Gremios Conservadores que se resisten a perder sus privilegios. La democracia está siendo redefinida, y esta vez, el pueblo no solo vota: se levanta, se expresa y exige justicia social. Un texto vibrante sobre ideología, historia, poder y la inevitable transición hacia una Colombia más justa y participativa. Más y mejor democracia para todos.

Se aproxima la madre de todas las batallas democráticas. Ha comenzado un excepcional proceso electoral de inédito contenido ideológico. Las opciones son claras y conllevan una ineludible definición de plena política. La oferta eleccionaria invita a escoger entre programas, valores, e ideas absolutamente diferentes y en esencia excluyentes. El parto democrático nos permitirá madurar, para acercarnos a la adultez institucional.
Las movilizaciones ciudadanas han puesto en el primer lugar del debate una agenda social de derechos, que se reclama cada vez con mayor respaldo. En contraste, la vieja clase dirigente, se niega a leer estos procesos sociales, de manera que persiste en mantenerse en el pasado, y el pasado nunca gana.
Así ha sido siempre. Los días previos al 20 de julio de 1.975, el señor Emilio Urrea Delgado 1, Presidente de la Federación Nacional de Comerciantes -FENALCO, en la ciudad de Manizales, en medio de brindis y habanos, leyó un escrito de catorce cuartillas, en donde atacó el Proyecto de Ley que proponía un aumento del valor de las pensiones 2, de los intereses a las cesantías y de los salarios. Anunció que de aprobarse la reforma, el país entraría en un caos, las empresas quebrarían, se aumentaría el desempleo, y la inflación se desbocaría. Con contundencia afirmó: “Tengo la impresión de que (sic) el país aún no se ha dado cuenta de la gravedad de tales proyectos…”
Cincuenta años después, el hoy Presidente de la misma FENALCO, ha liderado una campaña contra el proyecto de Reforma Laboral que promueve el Gobierno. Cabal ha declarado que: “ la reforma debe poner a pensar a los colombianos y en especial a los congresistas, sobre el futuro de la sostenibilidad de las empresas, que para mantenerse a flote deberán optar por reducir sus nóminas o aumentar los precios de los bienes y servicios”. Todo igual.
La oposición a las reformas sociales es un signo distintivo de los gremios económicos, que representan valores conservadores del establecimiento. Nunca han reconocido la trascendencia del progreso social y se fundamentan en los mismos argumentos mediocres de siempre. Nada nuevo.
En esta oportunidad, el actual Presidente de FENALCO se ha llevado las preseas a la incompetencia. Como ejemplo de su inmenso despiste, está la decisión de usar los dineros del gremio para imprimir afiches en homenaje a los Senadores que negaron el Proyecto de Ley de Reforma Laboral. La foto de los seis congresistas se titula: “Estos son los valientes Senadores que están salvando el empleo y el futuro de las empresas del país.”
Una muestra de la confrontación ideológico-política que hoy positivamente reta a la democracia colombiana, está justamente resumida en la contradictoria interpretación de un mismo hecho. Cada bloque hizo una lectura esencialmente diferente del mismo hecho.
El hecho: Ocho Senadores de la oposición abruptamente negaron la discusión del Proyecto de Ley sobre la Reforma Laboral.
El Presidente de FENALCO lo celebró. Los líderes de las derechas y voceros de la oposición públicamente aplaudieron. Para ellos el mensaje era claro: se había derrotado al Gobierno del Presidente Petro. Habían infligido una enorme derrota a los planes políticos del progresismo. Se remitía un claro mensaje como reto: Somos capaces de ganarles y cerrarles el paso. Y nada pasará.
En el polo contrario, en las filas del Gobierno y del Progresismo, igualmente había alborozo. Era la expresión popular: “se nos apareció la Virgen”. Veían que la torpeza de los aprendices de la oposición 3, les había permitido una inmensa oportunidad de avance político y desarrollo democrático. El mensaje fue cristalino: Reto aceptado y nos vemos en las urnas.
Partiendo del siglo XIX, los gremios en Colombia han evolucionado desde asociaciones informales hasta convertirse en entidades institucionales. Su representatividad, ha sido objeto de análisis y debate en diversos estudios académicos.
De conformidad con Confecámaras, y con base en la información del Registro Único Empresarial y Social (RUES) de las Cámaras de Comercio del país, al año 2.024, en Colombia existían 1.739.405 empresas.4 La mayoría de las empresas en Colombia son microempresas: de acuerdo con datos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, al cierre del primer semestre de 2.023, el 95,4% de las empresas activas eran microempresas, seguidas por pequeñas (3,4%), medianas (0,8%) y grandes empresas (0,3%). Es decir, los actuales gremios le dan la espalda a más del 95% de las empresas en marcha. 5 Los ricos-ricos, a su vez denuestan de los gremios con el desprecio que se reserva a los asalariados del favor gubernamental.
En efecto, los gremios económicos han sido utilizados con fines políticos en favor del gobernante de turno. El papel de interlocución con el Estado, ha sido tan inútil, como servil. La experiencia empírica ratifica este postulado. Jamás un gremio ha retado a un Gobierno, como si el poder público siempre hubiese favorecido a los empresarios. Cada cuatro años los gremios económicos han logrado tener “su Presidente”, mientras reciben golpes. Han callado ante hechos tales como: El criminal proceso de des-industrialización que acabó con la esencia del tejido productivo nacional; la perjudicial apertura económica que se acogió sin resistencia; la muerte del sistema ferroviario y de la navegación por el río Magdalena. Cobardemente se aplaudió el cierre del mercado venezolano, a cambio de nada y a sabiendas del inmenso daño generado al renunciar a nuestro segundo mejor cliente. Primero ha sido la ideología y la política, y luego lo demás. Extraña versión del capitalismo. ¿Masoquismo o negocio?
Los gremios económicos siempre han sido sumisos. Idiotas útiles de las causas gubernamentales, incluyendo las que abiertamente los perjudican. Naturalmente cobrando por sus servicios, nada es gratis en el ámbito mercantil. Pero esa humillante entrega y el negocio fácil, se acabaron con la llegada de un Gobierno de izquierda democrática. Ahora los gremios sí son militantes, desnudando su verdadero color. Empuñan la causa conservadora, peleando por volver al pasado y recuperar el mondo negocio.
Pero los gremios hoy se han topado con la medida exacta de su horma: un Gobierno que no se vende, ni se compra. Los gremios económicos van por un lado y el Gobierno va por otro. Y el movimiento social no se ha quedado expectante y en esta confrontación ha tomado partido en favor de las reformas sociales. Los rico-ricos no van en este paseo, ellos sí leen y no temen al Progresismo. Los seis colombianos más ricos acumulan un patrimonio de US$38.100 millones, lo que representa un incremento de US$3.400 millones frente a lo que tenían en 2.024. En otras palabras, sus fortunas crecieron un 9,8% en el último año. Bien por los seis y por los demás, la meta progresista es generar valor para todos. Para ellos los dirigentes gremiales son meros asalariados. Las paradojas de la vida real.
Cada día crece la confianza inversionista. Más empresarios entienden que el capitalismo salvaje no es el camino, y han optado por un capitalismo progresista fundamentado, en términos del Premio Nobel Joseph Stiglitz, como una forma de capitalismo que aboga por un nuevo contrato social que reequilibra los roles del mercado, el Estado y la sociedad civil. 6 Crece el empresariado progresista.
Los Presidentes de los gremios económicos en Colombia, no compran esta literatura para no malgastar sus sueldos que, por cierto, son lo más altos del país, según se comenta. El ideal es el acuerdo y el consenso, pero nunca les ha interesado, porque buscan es la victoria.
En nuestro sistema democrático de pesos y contrapesos, con reglas claras que permiten el imperio de la ley, la Consulta Popular es un instrumento de la democracia participativa. Este instrumento democrático permite que el pueblo se pronuncie sobre decisiones de especial trascendencia.
Se trata de una expresión directa de la soberanía. A diario se escuchan voces desde las mortajas del pasado, que pretenden ponerle límites a esa soberana voluntad popular. El bloque conservador pretende una democracia, pero sin pueblo. O con el pueblo, pero siempre y cuando se vote a su favor y se permita la compraventa de votos.
Los conservadores son una amalgama de fuerzas políticas y sociales, dentro de las cuales se encuentran el partido conservador, el de toda la vida; organizaciones político-religiosas como el MIRA; ex-izquierda como viejos dirigentes del antiguo MOIR; el partido derechista corrupto Cambio Radical; el uribismo; el Partido Liberal oficialista dirigido por César Gaviria, quien ha terminado militando en las huestes más reaccionarias, al lado de Pastrana; los libertarios con Vicky; y los gremios económicos encabezados por FENALCO. Sus valores ideológicos son conservadores, sus esquemas políticos son de derecha, y su objetivo es volver al pasado recuperando los espacios de poder perdidos, y si posible, aniquilar el Progresismo.
Oponerse a la Consulta Popular es nadar contra la corriente en mar abierto. Los derechos laborales que ellos le hurtaron a los trabajadores, hoy se los reclaman, y no es posible impedirlo. Esta Consulta va porque va, y así lo reclamó la movilización popular del primero de mayo, que fue un hecho militante, con fuerte sabor ideológico y electoral, en apoyo al Gobierno nacional y a la convocatoria en las urnas.
Lo que hoy se discute es exclusivamente la fecha de la Consulta. El Senado puede aprobar, y las urnas se abrirán este semestre. Si el Senado niega, la consulta será el 8 de marzo en las mismas urnas cuando se ponga en consideración la integración del nuevo Congreso, y tema resuelto. La alborada de un futuro diverso.
El tinglado está servido y habrá un solo ganador: El sistema democrático.
- Emilio Urrea Delgado (Honda 1927 - Bogotá 1990) fue un político y empresario colombiano. Alcalde de Bogotá, era miembro del Partido Liberal Colombiano.
- Proyecto de ley 29 de 1975.
- Leer. EMPATE DE PRIMÍPAROS: UN EQUIPO DE GOBIERNO INEXPERTO Y UNA OPOSICIÓN APRENDIZ. https://www.oscargonzalezarana.com/posts/2025/feb-10.html
- Confecámaras. Acceda al informe completo: https://confecamaras.org.co/wp-content/uploads/2025/01/dinamica-creacion-empresas-colombia-2025.pdf
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- Más información.
- Fenalco (2023). Memoria Institucional: Cifras y Logros.
- DANE (2023). Informe de Informalidad Comercial en Colombia.
- CCEC (2023). Estudio sobre Crecimiento del Comercio Electrónico en Colombia.
- Confecámaras (2022). Impacto Económico del Sector Comercio.
- Camino de libertad. La Economía y la Buena Sociedad. Josephe Stiglitz. Editorial Taurus 2025.